Existía en Villa Clara un vacío informativo relacionado con las gestiones de los ciudadanos. Las instituciones gubernamentales en esta provincia se caracterizan por no dar respuestas a las problemáticas presentadas por las personas. Esto crea malestar y perjudica el desarrollo de la población que se ve desorientada y paralizada ante la inoperancia de las organizaciones estatales que, simplemente no se pronuncian ante las quejas y reclamos planteados, situación que condena a los cubanos a una especie de anemia económica y social, los excluye del beneficio de una decisión pronta, justa y efectiva y los lleva a un nivel de frustración que parecería algo planeado por la dictadura para reducir a los cubanos a la impotencia. El CID y sus dos proyectos, La Nueva República y la Defensoría del Pueblo, están cambiando esta situación, han logrado fomentar entre sus lectores la necesidad de responder con reclamos públicos ante la falta de respuesta y además, les brinda información censurada por el régimen. Esto ha despertado en mucha gente la esperanza de una verdadera democracia y libertad en Cuba.
Los miembros del Partido Cuba Independiente y Democrática (CID) en Villa Clara han logrado la simpatía de un gran número de lectores de su publicación, La Nueva República (LNR), haciéndoles llegar semanalmente información nacional e internacional que la población desconoce por la censura informativa que persiste en la Isla. El semanario LNR no solo mantiene informada a la población sino que ha logrado sensibilizar a sus lectores sobre las problemáticas que enfrentan los cubanos. Muchos de ellos, a pesar del miedo a la represión, brindan a los miembros del CID testimonios de temas importantes sobre violaciones a los derechos humanos y los atropellos a ciudadanos de parte de funcionarios de la dictadura, casos que reflejan la inoperancia y las injusticias del sistema. Esto facilita el trabajo de la Defensoría del Pueblo, que asesora a las víctimas a reclamar sus derechos.
Quienes en el exterior creen que en Cuba lo que hay que hacer es organizar una revuelta popular ignoran la realidad de la Isla. En Cuba hay que sembrar esperanzas en la población. Cultivar la confianza del pueblo en su destino democrático, cultivarla con la verdad, con valor y con honestidad.
Por la Defensoría del Pueblo, Carlos Rodríguez Becerra, Fotos de Pedro Antonio Rodríguez
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