Gibara, 22 de junio 2017. Encontrar medicamentos en las farmacias de Gibara es una tarea difícil porque nunca encuentras el que necesitas. Asistir al consultorio y ver al doctor cuando estás enfermo es una pérdida de tiempo porque nunca existe lo requerido para curar la enfermedad.
Ocurre todo lo contrario en la pequeña farmacia que se encuentra en el municipio en moneda convertible, el CUC, donde un termómetro para medir la temperatura corporal equivale a 180 pesos, moneda nacional, o sea la mayor parte del salario de un mes entero de un obrero común que gana 275 pesos. Solo los extranjeros que visitan la ciudad pueden comprar allí y pagar más de siete dólares por un termómetro.
En Gibara casi el 20% de la población infantil padece de enfermedades que derivan a la fiebre y no hay como medirles su temperatura. Muchos padres se ven en la necesidad de pedir dinero prestado para poder comprar el bendito termómetro, porque un termómetro es un lujo en Cuba.
El medicamento que es vendido en CUC lo cobran a los cubanos como si fuéramos un país con una economía en desarrollo, aunque vivimos en las ruinas y con salarios de esclavos. ¿Hasta cuándo el pueblo de Cuba tiene que sufrir las consecuencias de un régimen corrupto y cruel?, que lo único que le importa es mentir y mantener a los cubanos en la miseria.
¡Basta ya de tanta hipocresía!
Por María Teresa García Rojas, delegada CID Gibara e Idamis Verdecia Ramírez y José Ramírez Marrero, Defensores del Pueblo.
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