Fue evidente el miedo de la dictadura el día 26 de julio en Pinar del Río

La celebración del 26 de julio en la provincia de Pinar del Río fue como un termómetro para medir el temor que tiene la dictadura del pueblo cubano y de los miembros del CID. Todas las medidas tomadas por las fuerzas represivas fueron un ejemplo claro del miedo y la poca confianza que tienen en un pueblo que está cansado de las mismas escusas y los mismos errores de siempre.

La abundante presencia de militares en las calles era más característica de una operación militar para defender un objetivo que la de una celebración. El operativo desplegado para controlar a los miembros del CID en la provincia fue motivo de comentarios por los pobladores. El viernes 21 a las 6 de la tarde fue detenido Iran Laza Montes, delegado del CID en el municipio de Sandino, el motivo fue un acto que se realizaría en la mañana del sábado 22 en este municipio. Iran fue puesto en libertad pocas horas despues de terminar la ceremonia. Leodan Suarez Quiñones, delegado del CID en el municipio de San Juan y Martínez, fue detenido en la noche del 25 y puesto en libertad el 26 pasadas las 10 de la mañana.

Efectivos de la inseguridad del estado y miembros de las brigadas de respuestas rápidas acompañados por uniformados de la policía, mantuvieron una vigilancia ininterrumpida desde el dίa 25 hasta el 26 en las viviendas de Rolando Pupo Carralero y sus hermanos Yusniel y Yordan, además de Sandra Haces Ramos, Yoelexy Acosta, Roberto Blanco Gil, Arelis Rodríguez Silva, Osmani Miranda Prieto, Lázaro Luis Ruiz, Rigoberto González Vigoa, entre otros, todos directivos del CID.

Las calles estaban también abarrotadas de militares vestidos de civil y trajeron patrullas de policías de otras provincias. Las personas que participaron en el acto fueron escogidas de los centros de trabajos con un mes de antelación y todo el que no estaba en las listas le prohibieron participar en el acto y no los dejaron entrar a la plaza.

De esta manera pusieron al descubierto el ambiente de desconfianza por la poca popularidad con que cuenta el régimen castrista. Saben que la acción de un solo cubano puede dar inicio al comienzo de la rebeldía colectiva y por eso tanto temor. Saben que son repudiados por la gran mayoría del pueblo.