La desesperanza motivó a Bartolo Blanco Usatorres, trabajador de la Estación de Bombeo en la localidad de Dos Ríos, Palma Soriano, a visitar la sede del CID Partido en busca de un ápice de justicia. Según nos relató, sufrió un accidente de trabajo, porque en el horario comprendido entre el traslado desde su puesto laboral a su domicilio fue víctima de un delito de lesiones graves que le provocó la pérdida del ojo derecho debido a una pedrada salida de una riña tumultuaria.
Nunca se tuvo presente por parte de la dirección de su empresa las condicionantes de los hechos y no se le pagó la accidentalidad laboral. Por espacio de casi un año Bartolo estuvo de certificado médico. Al reincorporarse a su puesto laboral se percata que algunas cosas habían cambiado. Se le orientó tratar el agua del pozo de la estación de bombeo con 40 litros de cloro en vez de 60 como se hacía con anterioridad; ante el asombro preguntó a los responsables superiores los motivos de estos cambios sin recibir alguna respuesta por parte de ellos; un mes después fue expulsado de su centro laboral por una “comisión de idoneidad”.
Después de varios juicios laborales e innumerables visitas a la fiscalía municipal y de varias cartas al presidente del Partido Comunista Provincial continúa sin trabajo, a pesar de reconocerse un sin número de violaciones por parte de varios directivos de la empresa Aguas Turquino. Conocedor del trabajo que desempeña la Defensoría del Pueblo del CID puso en nuestro conocimiento su situación, con el ánimo de que se publique su caso y se denuncie ante el mundo.
Por Nivardo Amelo Ramírez, Defensor del Pueblo y Coordinador de las provincias orientales
DEFENSORIA CUBA
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