Holguín 20 de septiembre de 2016
A: Salud Pública Municipal
Yo Idalia García Mastrapa de 56 años de edad, vecina de calle 21 entre tercera y 12 Reparto Alcides Pino; me dirijo a ustedes nuevamente con la intención de ser escuchada, porque viví una situación muy desagradable.
Hace alrededor de un mes y medio me dirigí al policlínico de mi localidad para sacar un turno para un ultrasonido abdominal y fue increíble la respuesta que me dieron en ese entonces. Me dijeron que debía dirigirme al consultorio de mi comunidad para que el médico de familia me indicara este complementario y que luego debía volver para sacar el turno.
Yo siendo muy educada le expliqué que en mi consultorio hacia muchísimo tiempo que no había medico, ya que el que teníamos lo mandaron de misión. Además le dije que para qué necesitaba la indicación, si en mi historia clínica aparece bien claro que debía realizarme un seguimiento porque sufro de una pancreatitis crónica y tengo que tener un seguimiento regular por ultrasonido y por complementarios como la amilasa pancreática, entre otros análisis, que por cierto, hace varios meses no me los puedo realizar ya que no hay reactivo.
En ese momento lo menos que yo podía pedir era una explicación y fui directo a la dirección para ver si el director me podía ayudar, porque estaba segura que de otra manera no iba a resolver mi problema, pensé encontrarme con una persona amable, pero al contrario, este señor me trato de una forma inhumana; al entrar a su oficina, no me dejó ni explicarle mi situación y con estas palabras me gritó «no tengo tiempo para estas cosas, para eso tenemos una oficina de atención a la población» y sin más comentario me dio la espalda y se fue.
Para cumplir con las orientaciones me dirigí a la oficina de atención a la población en el policlínico, pero como era de esperar me trataron nuevamente como una pelota que es lanzada de un lugar a otro, y sin recibir ninguna respuesta aceptable.
Como expliqué al inicio de mis líneas de esto hace alrededor de un mes y medio y aún no he recibido un turno para el ultrasonido, y en estos momentos sé que estoy descompensada de mi enfermedad. Ahora me tienen que ingresar para poder recibir un tratamiento adecuado y que me realicen los complementarios convenientes.
Mi estado ahora es muy difícil, aparte de que debo estar ingresada por unos cuantos días, mi economía no es muy buena ya que vivo de una chequera de 120 pesos moneda nacional y como todos sabemos un ingreso lleva muchos gastos, por esta causa es que siempre trato de cuidarme lo mejor posible y de realizarme los estudios en fecha y hora según me los indica el médico. Pero como todos vemos es imposible cumplir con las indicaciones que te da el médico, si por otra parte los sistemas de salud de mi comunidad están incompletos, y peor aún, si no existe la disponibilidad de sus trabajadores de servirles a sus pacientes con ética y amor.
Yo les escribí indignada en esa ocasión y no recibí respuesta alguna. Ahora espero que mis líneas sean reflexionadas, porque todas las personas que sufrimos de una u otra enfermedad estamos a expensas de los servicios de salud cubanos, y lo único que pedimos es ser tratados como lo que somos, humanos; y creo que eso es lo que está faltando en la salud pública en Holguín y en toda Cuba, mucho humanismo para con los pacientes, no solo de parte de los médicos sino también de sus directivos , de las secretarias, de las auxiliares de limpieza y hasta de los custodios.
Espero de todo corazón que este caso sea muy bien valorado, para que los trabajadores de la salud pública de mi comunidad (Alcides Pino), trabajen con un poquito más de amor y profesionalidad y así se logre el objetivo de la medicina que es: conservar la vida por encima de todas las cosas.
En espera de una solución: Idalia García Mastrapa.
Por Yaritza Pérez Laguna, Defensora del Pueblo en Alcides Pino
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