La basura invade los hospitales de La Habana

Los pacientes y vecinos del Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez, conocido como La Benéfica, llevan meses quejándose ante el Poder Popular del Municipio Diez de Octubre por la permanencia de basura y escombros en las aceras y calles internas del centro asistencial.

Semanalmente se aglomera gran cantidad de basura, sobre todo frente a la entrada posterior, que da a la barriada de Luyanó, así como en algunas esquinas de los viales que existen dentro del complejo y que comunican las salas o pabellones entre sí.

Increíblemente se trata de desechos hospitalarios de las propias salas, guantes, torundas, hipodérmicas y vendas usadas y luego desechadas, cajas de cartón y pomos de diversos fármacos y otros materiales de diversa índole, incluyendo hasta los desechos del comedor y la cocina del propio hospital. ¿No existe acaso un protocolo de seguridad para la evacuación y debido tratamiento de estos desechos médicos?

Esto además de afear el hospital y resultar sumamente repulsivo, constituye un foco de vectores que propagan enfermedades, atentado contra el ambiente de esterilidad que debería reinar en una institución de este tipo. Los pacientes, que por lo general deben hacer largas filas esperando su turno tanto en el cuerpo de guardia como en las consultas externas de especialidad, expresan el temor a adquirir enfermedades contagiosas como el Dengue o Leptospirosis, debido a la presencia de roedores y muchas moscas e insectos. El mal olor resulta a veces insoportable, más con estos calores y las lluvias del verano.

Los activistas de la Defensoría del Pueblo, en apoyo a la comunidad continúan reclamando a los organismos involucrados en este descalabro, sin haber recibido aún la adecuada respuesta, a ninguna instancia y mucho menos la acción específica en la mejora de los ciclos de recogida de los desechos sólidos por parte de la Empresa de Servicios Comunales o del propio Ministerio de Salud Pública. 

No entendemos cómo es posible que esta penosa situación no haya encontrado aún una solución. Como el gobierno castrista tiene presupuesto para autos patrulla y ómnibus puestos al servicio de los represores de los activistas de Derechos Humanos y para transportar miles de adeptos a los desfiles o actos políticos y no para financiar la tarea vital del saneamiento de las calles y los hospitales de la ciudad. 

La actual situación empeora y lo más grave es que se repite de igual forma en otros centros asistenciales de la Capital como La Dependiente, El Hospital Psiquiátrico y La Covadonga. No basta ya con la ignominia y la falta de libertades, el hambre y la miseria, ahora también la población ha de sufrir de condiciones insalubres aun dentro de los propios hospitales. 

Cómo es posible que esta situación no halle solución cuando el General-presidente, vistiendo su flamante uniforme militar, en el discurso de cierre de sesión en plena Asamblea Nacional, informó un crecimiento de la Economía cubana para el primer semestre de 2017 de más de 1.1%, ¿realmente a cual economía y bolsillos se refería?