Santa Clara, 6 de abril de 2016.
Proyecto Defensoría del Pueblo
Delegación: Unidos por la Libertad y Democracia
El tema de la salud mental no concierne sólo a los aspectos de atención posterior al surgimiento de desórdenes mentales evidentes, sino que corresponde además al terreno de la prevención de los mismos, con la promoción de un ambiente sociocultural determinado por aspectos como la autoestima, las relaciones interpersonales y otros elementos que deben venir ya desde la educación más primaria de la niñez y de la juventud. Esta preocupación no sólo concierne a los expertos, sino que forma parte de las responsabilidades de gobierno de una nación, de la formación en el núcleo familiar, de un ambiente de convivencia sana en el vecindario, de la responsabilidad asumida por los medios de comunicación y de la consciente guía hacia una salud mental en la escuela y en los espacios de trabajo y estudio en general.
Cuba está reconocida como una potencia médica, cierto es que todos podemos acudir a las instituciones médicas en cada provincia o municipio aparentemente gratuitamente, pero como decimos los cubanos “el que tiene padrino se bautiza”. Ya la mayoría de los galenos de la isla están tras una misión en cualquier país, pues es la única vía de ver remunerada su labor médica, y esto trae como consecuencia la falta de interés de los que no han salido de misión y están obligados a cumplir con su función.
Otra de las deficiencias del sector de la salud está en los locales donde aquellos que tratan de solucionar las dolencias de los enfermos bajo su responsabilidad no cuentan con las condiciones necesarias para que el paciente al menos se sienta bien atendido; los funcionarios del gobierno como respuesta a las pésimas condiciones de los diferentes locales alegan que todo se debe al bloqueo económico de los EEUU hacia Cuba; un ejemplo contundente está en una de las consultas de Salud Mental del municipio Santa Clara al que acuden adultos y niños con dolencias mentales, el lugar no reúne las condiciones necesarias para estos pacientes, quienes no tienen ni donde esperar a ser atendidos.
Dentro de los parámetros del término salud mental están las condiciones ambientales que los rodean; nos preguntamos y llamamos a la reflexión a los funcionarios encargados de propiciar las condiciones y confort de los locales de la salud a no justificar la inoperancia y falta de control del sector, específicamente en el tema de inversiones constructivas, ya que solo se debe rehabilitar los locales para que pacientes y familiares al menos sientan que son bien recibidos.
El proyecto La Defensoría del Pueblo en Villa Clara reclama a todo funcionario que de una forma u otra está involucrado en este tema se coloque en el sentir de quienes por su condición de enfermos mentales no están capacitados para reclamar sus derechos ante la sociedad. Además de brindar la atención que merecen los médicos que se enfrentan a estos pacientes que requieren determinado tratamiento emocional, no olvidemos que todos no padecen el mal del dinero.
Por Sara Cuba Delgado, delegada provincial y Pedro Antonio Rodríguez activista del CID.
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