Viernes, 28 de octubre de 2016
El tema de este artículo sé que está algo trillado pero nunca está de más refrescar la memoria y poner en blanco y negro algunas de las experiencias personales, tal vez coincidan con alguien que llegue a leerlas y de alguna manera ratificará lo que aquí expreso.
En días pasados tuve la necesidad de asistir al médico por tener cerca del hombro un quiste de cebo desde hacía algún tiempo, pero ya me molestaba y se hizo necesario darle un pequeño corte para que drenara finalmente y ahí fue donde comenzó el verdadero padecimiento y les cuento; quien me estaba atendiendo me dijo que no tenía bisturí para dar el piquete, que si yo podía conseguirlo lo haría, me moví por varios lugares y personas conocidas hasta que por fin encontré a alguien que me quiso ayudar (es bueno aclarar que esa persona estuvo haciendo misión y tenía el bisturí por tal motivo) y por fin pudieron hacerme la pequeña cirugía, al terminar, quien me atendió me pidió le dejara el famoso bisturí para con posterioridad, desinfectarlo y utilizarlo con otra persona.
Este es un insignificante suceso de índole médico que puede ocurrir a diario, sin entrar a analizar que ya en las farmacias te dicen con tremenda tranquilidad la cantidad de medicamentos que se encuentran en falta, entre ellos la Aspirina que tanta falta hace a la mayoría de la población por el beneficio que reporta al organismo, sobre todo con la gran cantidad de cardiópatas que en estos tiempos tan estresantes existen.
Al ponerle el título a este comentario, pensaba en la imagen que lanzan al mundo los medios de comunicación oficialistas, por eso lo de virtual, porque si esas personas de otras latitudes ponen pie en tierra, como los cubanos de esta hermosa pero maltratada isla, se darán cuenta de la falsedad de esa propaganda y se les desmoronaría el castillo de Cubita la Bella; otro aspecto que es recomendable refrescar es la falsa gratuidad de la atención médica, al comprar el medicamento ya se está cobrando la consulta, he visto personas en la farmacia, pagar gran cantidad de dinero por la medicina y según me han contado en los países que los médicos cubanos van de misión, al terminar de atenderlos, les entregan el medicamento que necesitan gratuitamente, eso sí es gratuidad, no la que en Cuba no se cansan de vociferar, eso sin contar con las famosas “jabas”, que como si fuera una ley, las personas llevan a los médicos, casi sin poder y tal vez nunca haber consumido lo que llevan, pero dicen que “la necesidad hace hijos machos”.
Nada, que lo real es que estamos en manos de la providencia y seguiremos machacando hasta poder ver el final de túnel.
Bernardo Rogelio Arévalo Padrón, periodista ciudadano.
Leave A Comment