Artemisa, mayo 5 de 2016
Al Consejo de la Administración Municipal.
Zenón Pérez Maury es un anciano de 91 años de edad, vecino de calle 9 # 4805 del Municipio Artemisa, que durante toda su carrera laboral presentó resultados muy por encima de los que mostraban sus compañeros de trabajo en la fábrica de habanos Villamil de la Ciudad de Artemisa.
De nada le valió por más de seis ocasiones consecutivas merecer la distinción de Vanguardia Nacional, sin embargo lo único que esperó siempre fue el aprecio y el reconocimiento sincero de quienes le rodeaban.
Para desgracia suya, una vez retirado se ha visto imposibilitado de poder subsistir con el retiro que le fue impuesto y que no supera los diez CUC, unos 240 pesos en moneda nacional. Esta situación lo fue deprimiendo y para desgracia Zenón ahora sufre de Alzheimer, que lo ha dejado a merced de cuidados especiales.
Reiterados reclamos se le han realizado a los trabajadores sociales para que le hagan entrega de un módulo con la intención de asistirlo en sus necesidades más elementales, ya que Zenón realiza sus necesidades lo mismo encima de su colchón o en su ropa, y ya va necesitando un sillón de ruedas para poderlo mover, puesto que sus facultades motoras se van deteriorando de manera acelerada.
Lamentablemente, muchos de estos casos atendidos por trabajadores sociales nunca llegan a recibir la ayuda solicitada, ya que los trámites suelen durar meses, y se conoce de no pocos casos que cuando la trabajadora social ha regresado para seguir documentándolos ya han fallecido sin haber podido disfrutar de lo que debería ser un derecho.
Quienes representamos en Artemisa a la Defensoría del Pueblo nos atrevemos a afirmar que debido a la gravedad de estas personas, cuando recurren a los denominados Trabajadores Sociales el tiempo de vida que les queda es mínimo, lo que necesita de la premura y no de la dilación con que se realizan estas gestiones.
Solo alrededor de la vivienda de Zenón existen otros tres casos en situaciones deprimentes, tampoco se les ha asistido como es debido, y cuatro fallecieron sin recibir la tan necesaria ayuda, como fue el caso de Pedro Rentería Fiallo, quien falleció en el Hospital Ciro Redondo de Artemisa luego de varias semanas de sufrimiento que le produjo una mala manipulación, y Santiago Alonso, a quien le negaron durante años una pensión para poder subsistir habiendo tenido derecho a la misma, solo que ser un opositor declarado se lo impidió hasta su muerte el pasado día 23 de marzo. Todo pareciera estar muy bien planificado para que pocos se beneficien.
Exigimos a las autoridades del gobierno del Municipio Artemisa que se expresen al respecto y que su respuesta para con Zenón y otros tantos necesitados, sea con la prontitud necesaria en estos casos.
Exigimos al cuerpo de Trabajadores Sociales que agilicen la gestión y aseguren a tiempo la ayuda que personas como Zenón Pérez y otros como él merecen por derecho propio; sólo así podrán sentir el regocijo de ver cumplir cabalmente, la hermosa labor a la que se dedican.
Por Amarilis Batista y Rodolfo Vigoa, de la Defensoría del Pueblo.
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